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Preparación y celebración de la primera comunión en la Archidiócesis de Santiago de Compostela

La catequesis no se para, se «queda en casa». Tampoco la Comunión se para, se «celebra con los de casa»

La Iglesia compostelana, a través de una carta remitida a los párrocos por el Obispo auxiliar de la Diócesis y Vicario de Pastoral, D. Jesús Fernández González, presenta dos propuestas pastorales para afrontar la celebración de las primeras comuniones de los cerca de 6000 niños que, durante los últimos dos años, se han ido preparando para este evento cristiano de tanta relevancia eclesial y también social:

  • Una primera modalidad pensada para las primeras fases de la desescalada. Una celebración más familiar y más reducida en número de asistentes, que prevé una celebración más solemne y festiva, con toda la comunidad parroquial y los niños de la catequesis, al inicio del nuevo curso pastoral;
  • Otra pensada para después del verano, cuando se prevé menos restricciones en le número de asistentes a la celebración.

Esta última modalidad celebrativa es aquélla por la que han optado muchas de las Diócesis españolas. Por su parte, algunas familias ya han decidido posponer las celebraciones para el año próximo.

En las próximas semanas, tocará a los párrocos contactar a las familias y concordar con ellas la modalidad y las fechas definitivas de las celebraciones, teniendo siempre en cuenta las restricciones sanitarias para el aforo permitido en los templos.

Una primera modalidad con dos momentos para las primeras fases de la desescalada

Esta primera modalidad está pensada para las fases iniciales de la desescalada y pretende tener en cuenta tantos los aspectos sacramentales y eclesiásticos, propios de la Primera comunión, como también los familiares y sociales.

A pesar de las restricciones de aforo en los templos y en los restaurantes para las celebraciones de las primeras comuniones, y ante el inicio de la progresiva desescalada, la Diócesis opta por un plan que fundamentalmente prevé posibilitar que las familias que lo deseen puedan celebrar la primera comunión de sus hijos en las fechas que inicialmente tenían previsto, pues ya se cuentan con protocolos esclesiásticos adecuados para poder realizarlas con todas las garantías. De hecho, tras estos meses vividos en aislamiento social y confinados en sus casas, y después de haber realizado una preparación de al menos dos años, los mismos niños y sus padres esperan poder hacerla.

Desde el punto de vista catequético, esta modalidad permitiría finalizar con normalidad el curso de catequesis en las parroquias, interrumpido inesperadamente por la crisis del coronavirus. De esta manera, se da continuidad al programa que la Delegación Diocesana de Catequesis puso en marcha con el inicio de la crisis Covid-19, “La catequesis no se para, se queda en casa”. Por eso, y tras este periodo de catequesis en familia, se invita ahora a que del mismo modo “La comunión no se para, se celebra con los de Casa”; es decir, con aquellas personas con las que ha convivido el niño o la niña durante este período de confinamiento, juntamente con algún otro invitado según las normas de aforo permitidas.

Además, esta modalidad tiene en cuenta las características particulares de la parroquia gallegas –reducidas dimensiones y dispersas en el territorio, con pequeños núcleos poblacionales y, por lo tanto, con un número reducido de niños–, y que permitirían realizar estas celebraciones ajustándose a las exigentes normas sanitarias. De este modo se evitaría seguir privando a estos niños durante más tiempo de poder acceder a la comunión.

Por su parte, el segundo de los momentos de esta primera modalidad, que está previsto que se realice a la vuelta del verano con toda la comunidad parroquial, pretende asegurar esos otros aspectos socio-familiares que poseen este tipo de celebraciones; tales como lo son, por ejemplo, la reunión de toda la familia y la celebración festiva en restaurantes y otros lugares recreativos.

Se plantea como una gran celebración parroquial en la que estarían presentes todos los niños y niñas de primera comunión con sus familiares, junto con el resto de niños de la catequesis y sus catequistas. Esta fórmula es similar a la llamada “Primera comunión solemne”, que no se encuentra muy difundida entre las parroquias gallegas, pero que sin embargo es habitual en parroquias de la geografía española, y fue muy popular hace algunas décadas en los países de Centroeuropa.

A nivel pastoral, este segundo momento permitiría que toda la comunidad se hiciese partícipe de un evento tan importante para la vida parroquial. Además, de esta manera se le ofrece a los niños de comunión la posibilidad de continuar con su itinerario de crecimiento en la fe, involucrándolos en el inicio del nuevo curso de catequesis y en las actividades parroquiales propas de post-comunión.

Catequesis de preparación inmediata al sacramento

Como viene siendo habitual y antes de la celebración de la primera comunión, en cualquiera de sus dos modalidades, los niños tendrán que volver a las parroquias para realizar un ciclo de breves catequesis de preparación inmediata al sacramento: entre cinco o siete breves sesiones de catequesis, en pequeños grupos, acompañados por sus padres y siguiendo las estrictas exigencias sanitarias y con todas las medidas de protección.

Con estas catequesis se pretenden completar aspectos importantes de la preparación a la primera comunión que, al igual que ocurre en la enseñanza escolar, las nuevas tecnologías del aprendizaje no pueden asegurar. Durante este periodo de tiempo los propios niños y niñas de catequesis los han ido evidenciando a su manera.

Aspectos que tienen que ver con la dimensión comunitaria de la fe, tales como el contacto con los compañeros y amigos del grupo de catequesis; con la dimensión celebrativa en las parroquias, como lo es la renovación de sus promesas bautismales, o la primera confesión sacramental antes de recibir la Eucaristía; o, finalmente, aspectos que tienen que ver con la propia preparación de la celebración, tanto a nivel personal como también litúrgico; y que, a pesar de que este año tendrán que ser celebraciones más sencillas en las formas externas, no por ello hay que descuidar la profundidad del misterio que se celebra, para lo cual será necesario preparar adecuadamente a los niños.

La Delegación de Catequesis de la Diócesis, al igual que viene realizando desde el inicio de la crisis sanitaria, trabaja en la elaboración de estos materiales catequéticos, que serán puestos a disposición gratuitamente a través de esta web y de su espacio de recursos digitales, y difundidos a través de sus redes sociales. Está previsto que sean materiales catequéticos digitales para poderlos emplearlos en los casos en los que no sea posible esta preparación presencial.

Las diligencias documentales se harán telemáticamente

Para evitar cualquier tipo de riesgo, se aconseja que todas las gestiones y la presentación de la documentación que se precise se hagan preferentemente de manera telemática.

Así mismo, pensando en la elevada edad de los sacerdotes y en los casos en los que el riesgo por su salud personal no se lo permita, los párrocos pueden ponerse en contacto con el Arcipreste de la zona para buscar la mejor solución.

En todos los casos, estas modalidades son susceptibles de cambiar en atención tanto a las indicaciones sanitarias de la autoridad gubernamental como a aquéllas específicas que las autoridades eclesiales.

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